Aunque parece sencillo, conseguir un hervido adecuado del pescado es fundamental para que sea una experiencia deliciosa o, por el contrario, insípida o aburrida.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que lo ideal es que el pescado sea fresco y no haya estado sometido a procesos de congelado. Si utiliza pescado congelado, es necesario que este haya sido descongelado lentamente como paso previo al hervido.
Lave la pieza para evitar restos como escamas. Sumerja el pescado en agua fría cubriéndolo por completo antes de ponerlo a hervir. Añada sal, y algunas especias como laurel o pimienta y también un poquito de limón o vinagre. El eneldo, la mostaza, el cilantro y el estragón son sabores que combinan muy bien. Esas pequeñas notas darán sabor y realzarán el sabor del pescado.
Es muy importante que el pescado hierva a baja temperatura.
Una temperatura alta puede romper la estructura del pescado. En el pescado la cocción justa es muy importante. Así pues no mantenga hirviendo el pescado más de lo justo y necesario.
Los tiempos de cocción irán en proporción a la cantidad de pescado: su peso y volumen. De media, cada medio kilo de pescado necesita unos cinco minutos hirviendo. Si se tienen dudas se puede pinchar la pieza para comprobar que está cocido. Si lo dejamos más tiempo el pescado se romperá.
Lo ideal es acompañar el pescado hervido con alguna salsa que enriquezca y ensalce el sabor natural del pescado.